Jesucristo en la Biblia le dice a sus apóstoles que EL y su Padre son uno solo… y EL con los apóstoles son uno solo.
Esta afirmación fue una de las que dio origen a la teoría de la iglesia católica del 3 en 1, o sea, que Jesucristo, hijo de Dios; Jehová, el Padre de Jesucristo, Dios Todopoderoso; y el Espíritu Santo, o sea, la expresión del poder de Jehová… eran uno solo. Se le conoce a esto como la “Santísima Trinidad”.
De hecho, una de las cosas en que más énfasis hizo Jesús en su estancia en la tierra, era que debíamos adorar a su padre Jehová.
Expresiones como la de “efectúese tu voluntad y no la mía”, ”Padre mío que estás en los cielos, santificado sea tu nombre” y “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre que está en los cielos”, subraya de forma especial la honra y la superioridad que Jesucristo da a su Padre Jehová.
Para mi, la expresión de Jesús de que él y su padre eran uno solo, era parecida a cuando tu eres muy amigo de alguien, o tienes una pareja… y el conocimiento mutuo haga que puedas decir “somos uno solo”.
Y me quedé conforme con ese razonamiento… hasta que en mi tropezar con la filosofía de los chamanes mexicanos, los descubrimientos del físico David Bohm –amigo de Einstein-, el teorema de Bell y libros esotéricos, me dio la verdadera respuesta de porque incluso, TODOS SOMOS UNO SOLO.