Con un reloj y una maravilla el tiempo volaba tan alto como yo. Todo pasaba lento, no había nada nuevo para mí, eran pequeñas hormigas que caminaban unidas todas por la misma razón. Pero eso no capturaba mi atención, he perdido mi tiempo esperando que pasara algo acorde a mí… la barba de un viejo muy juvenil iría a un encuentro que lo llaman partir y yo he perdido el tiempo. Tal vez ya me alcance a mí.