se requiere para desarrollar las otras dos partes y que he pospuesto para a?os posteriores. El mismo responde a un objetivo general: Analizar los modelos pol?ticos cl?sicos desde un marco te?rico ? hist?rico para buscar los elementos que estos pueden legar a la pol?tica contempor?nea.
Para desarrollar dicho objetivo este trabajo se divide en tres cap?tulos. El primero analiza la democracia de los antiguos y se comparara con las versiones modernas. En el segundo se analizaran algunas de las principales instituciones y mecanismos de los modelos pol?ticos cl?sicos. El tercero analiza el efecto de los modelos cl?sicos en el pensamiento de los pr?ceres de Nuestra Am?rica a trav?s del an?lisis de algunos documentos insignes.
De la estructuraci?n en cap?tulos de este trabajo se derivan los objetivos espec?ficos siguientes:
1. Analizar desde un marco hist?rico ? l?gico las propuestas que le presentan los modelos pol?ticos cl?sicos a la ciencia pol?tica contempor?nea.
2. Demostrar te?ricamente lo aplicable de algunas instituciones y mecanismos de dichos modelos.
3. Examinar mediante el m?todo exeg?tico documentos fundamentales de la historia pol?tica latinoamericana, para elucidar lo intr?nseco de los modelos cl?sicos en los mismos.
De esta primera parte de la investigaci?n se obtendr? las premisas para el desarrollo de las dos partes posteriores y en su conjunto espera ser una propuesta para los gobiernos y pueblos de Am?rica Latina de una soluci?n al hist?rico ?Problema Latinoamericano?.
Finalmente quisiera dedic?rsela a Jos? Mart? por haber dilucidado como nadie estos postulados.
Cap?tulo I
?De la aspiraci?n democr?tica y el ideal republicano?
An?lisis te?rico ? hist?rico de los modelos pol?ticos cl?sicos como contrapartida al modelo liberal.
“Los defensores de todo tipo de r?gimen gustan decir que el suyo es una democracia”
George Orwell
“tan poderoso es el atractivo de la palabra democracia, que ning?n gobierno o partido desea existir sin inscribir esta palabra en su bandera.”
Fran?ois Guizot
Siendo definida por Arist?teles como ?gobierno de muchos?, la democracia, es el paradigma pol?tico por excelencia de la contemporaneidad. En la forma m?s abarcadora del t?rmino, constituye una forma de vida en sociedad donde todos sus miembros participan en las decisiones y adem?s, se respeta y acepta la decisi?n de la mayor?a. No muy distante de esa definici?n, pero en un sentido m?s estricto, la democracia se define hoy como un r?gimen estatal o pol?tico en el cual la soberan?a reside en la ciudadan?a y en consecuencia est? participa en la toma de decisiones pol?ticas, directamente o por medio de representantes electos.
El concepto democracia (del griego: demos y krat?s) ha servido para definir diversas formas de gobierno a lo largo de la historia, desde la polis griega hasta la rep?blica liberal y la monarqu?a parlamentaria.
La definici?n conceptual de democracia, para la politolog?a contempor?nea se torna algo dif?cil. T.S. Eliot declar?: “Cuando una palabra adquiere un car?cter universalmente sagrado (?) como hoy lo tiene la palabra democracia, yo comienzo a preguntar, si, por todo lo que intenta significar, a?n significa algo” por otro lado Bertrand de Jouvenel dice: “la discusi?n sobre la democracia, los argumentos a su favor o en su contra, muestran frecuente un grado de vac?o intelectual, porque no esta claro sobre lo que se discute.” Giovanni Sartori agrego: “La democracia podr?a ser definida como un nombre grandilocuente para algo que no existe.”
Uno de los mayores problemas que afrenta hoy su disquisici?n es la definici?n del termino demos, frecuentemente traducido como pueblo, y siendo sometido a m?ltiples interpretaciones inexactas y ambiguas. En la antig?edad, demos defin?a a la clase social formada por los comerciantes (demiurgos) y los campesinos (geomoros), pero en la sociedad moderna, sobretodo, desde las revoluciones burguesas, este termino se ha ampliado, siendo aplicable a toda la sociedad, a una clase determinada o a un grupo o estrato social.
David Held, en su obra Modelos de democracia , sistematiza este problema conceptual acerca de la democracia en cuatro puntos de vista esenciales, que van desde el concepto m?s radical de una participaci?n directa hasta una simple representaci?n desligada de la voluntad popular:
1. todos deber?an gobernar: todos deber?an participar en la promulgaci?n de leyes, la toma de decisiones y la administraci?n gubernamental;
2. los gobernantes deber?an ser responsables ante los gobernados;
3. los gobernantes deber?an actuar en inter?s de los gobernados;
4. los gobernantes deber?an ser elegidos por los gobernados.
En esta clasificaci?n se pone de manifiesto la gran dicotom?a de la concepci?n cl?sica y la concepci?n liberal. Es la lucha por determinar si la democracia significa alg?n tipo de poder popular (una forma de vida en la que los ciudadanos participen a fin de ?autogobernarse? y ?autorregularse?); una contribuci?n a la toma de decisiones (un medio de legitimar las decisiones de los elegidos por votaci?n de vez en cuando) o una forma de escoger representantes (votar por quienes decidir?n la vida pol?tica de la sociedad).
En la formula de Lincoln: ?gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo? podemos ver la idea del poder popular como elemento fundamental de la democracia. Este elemento lleva impl?cito la idea de la participaci?n popular en los asuntos p?blicos y en el ejercicio del poder pol?tico. El dilema de esa formula, claramente est? en la interrelaci?n gobernante ? gobernado. La democracia exige una dependencia directa del primero al segundo, es decir, el gobernante debe responder al gobernado, pues este (cuando no son lo mismo) lo escoge y le permite hacer su voz.
En la segunda mitad del siglo XIX, la democracia va cediendo paso a la representaci?n. Los burgueses comienzan a utilizar el t?rmino Democracia Representativa , acu?ado por Tocqueville. De esta manera se concede al sufragio y al sistema electoral en general, el papel esencial dentro del ejercicio democr?tico y se relegan a un segundo plano la participaci?n ciudadana en la toma de decisiones y en el ejercicio del poder.
Es importante decir que en la antig?edad la soberan?a era absolutamente popular pues no exist?a separaci?n entre gobernantes y gobernados. Las peculiares distinciones modernas entre estado y sociedad, funcionarios especializados y ciudadanos, pueblo y gobierno, que surgieron por primera vez, con Maquiavelo y Hobbes, no formaban parte de la filosof?a pol?tica de la ciudad- estado ateniense.
Pero incluso, Hobbes, en su Leviat?n, al referirse a la soberan?a, acent?a el papel popular de la misma y realza la idea de que por ese car?cter, es que se legitima, en relaci?n con ello se?ala: ?A pesar de la soberan?a debe ser indivisible, fundamentalmente absoluta y debe perpetuarse a si misma, se establece por la autoridad que le confiere el pueblo.?
Tras la aparici?n del Estado moderno, el sistema pol?tico se ha transformado en una tecnocracia: aparecen los bur?cratas y los pol?ticos profesionales para hacerse cargo del funcionamiento estatal; Max Weber, cuando define poder explica este fen?meno pol?tico contempor?neo: ?Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relaci?n social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad? .
Este fen?meno trae como consecuencia el estrechamiento del campo de la actividad pol?tica, la exclusi?n de amplios sectores sociales de la actividad pol?tica y la disminuci?n de la participaci?n. A su vez, la construcci?n y expansi?n de una percepci?n socialmente difundida sobre la pol?tica y lo pol?tico como espacio de componenda, negociaci?n, transacci?n (como mejor) cuando no de corrupci?n y mentira . Esta concepci?n moderna del Estado nos resulta rebatida casi absolutamente con el modelo griego donde por primera vez aparece la idea de que la finalidad de la pol?tica es la felicidad de los ciudadanos.
No cabe duda de que la organizaci?n pol?tica de la modernidad no puede responder a los patrones antiguos, sobretodo, si analizamos que las condiciones hist?rico ? sociales son realidades diferentes, pero de ninguna forma aspira esta investigaci?n a recrear la Polis Ateniense y la Republica Romana en nuestras sociedades, sino a tomar algunos de los mecanismos e instituciones de estos modelos pol?ticos, cuestionar su pertenencia institucional en la realidad y adecuarlos a la pol?tica actual, es a esto lo que llamamos Aspiraci?n Democr?tica (referida al modelo griego) e Ideal Republicano (referido al modelo latino).
Una explicaci?n clara de estas instituciones y mecanismos del modelo griego nos la lega Tuc?dides en Oraci?n f?nebre de Pericles :
?Tenemos un r?gimen pol?tico que no envidia las leyes de los vecinos y somos m?s bien modelo para algunos que imitadores de los dem?s. Recibe el nombre de democracia, porque se gobierna por la mayor?a y no por unos pocos; conforme a la ley, todos tienen iguales derechos en los litigios privados y, respecto a los honores, cuando alguien goza de buena reputaci?n en cualquier aspecto, se le honra ante la comunidad por sus meritos y no por su clase social; y tampoco la pobreza, con la oscuridad de consideraci?n que ella conlleva, es un obst?culo para nadie, si tiene alg?n beneficio que hacerle a la ciudad. Practicamos la liberalidad tanto en los asuntos p?blicos como en los mutuos recelos procedentes del trato diario, y no nos irritamos con el vecino, si hace algo a su gusto, ni afligimos a nadie con castigos, que no causan da?o f?sico, pero
One thought on “La Aspiraci?n Democratica Y El Ideal Republicano En Am?rica Latina”