leer cuando el curr?culo sigue una orientaci?n, los programas de Bibliotecas escolares otra, los programas de actualizaci?n profesional de los docentes otra, la evaluaci?n del desempe?o escolar otra y la gesti?n de la escuela otra. De ah? la importancia de una reflexi?n m?s deliberada sobre los prop?sitos de la educaci?n.
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De nuevo destacamos aqu? un cambio de enfoque. Mientras que tradicionalmente el quehacer del profesor de lenguaje era ense?ar los tipos de literatura y los elementos literarios, a partir de estos estudios el papel del profesor consiste en ayudar al alumno a desarrollarse como lector y como escritor. Es decir, que el prop?sito de la clase de lenguaje se convierte en mejorar las competencias de los alumnos como lectores y escritores.
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Se utilizan distintos tipos de texto ?la narraci?n, la biograf?a, el texto informativo, la lista de compras? para profundizar en la comprensi?n de los estudiantes como lectores, pero los textos no son por s? solos el principal objeto de atenci?n.
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El joven o la joven? al terminar con sus estudios de la educaci?n media, han de salir con las orientaciones y ense?anzas de los docentes con buenas bases para fortalecer y llevar a cabo ?una buena calidad de vida.
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La educaci?n superior: preparaci?n hacia la vida.
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El? papel que cumple la lectura y escritura en este nivel? es muy importante y funciona como eje central para que los estudiantes obtengan? un ?buen desempe?o profesional ?y gran poder? de? participaci?n en la vida ciudadana. Pero lamentablemente? los estudiantes? universitarios actuales a pesar de que han ?realizado? una serie de actividades pedag?gicas ?en los niveles anteriores ??en busca de un buen el desarrollo de las competencias lectoescriturales, no fueron? suficientes para alcanzar? ?xitos en la materia ; las falencias son m?ltiples? agrupadas en una sola expresi?n? escuchada en los espacios universitarios : ??!Los estudiantes no saben leer ni escribir!?Pero respecto a esto pregunt?: ?Se tratar?, justamente, de que no ?sepan? leer y escribir? ?O m?s bien se tratar? de que no ?pueden? leer y escribir en la forma que lo exigir?a la universidad? Para esclarecer? los interrogantes anteriores Paula Carlino, ?nos hace valiosos aportes sobre este tema:
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Algunas dificultades para leer en la universidad se deben a la naturaleza impl?cita de los saberes en juego. Por una parte, los textos cient?ficos y acad?micos contienen informaci?n t?cita, que sus autores suponen el lector puede reponer. Por otra parte, los docentes esperan que sus alumnos lean y entiendan lo que ellos entienden, proponiendo impl?citamente un tipo de lectura con caracter?sticas desconocidas para los estudiantes. Los profesores no solemos percatarnos de que el modo de lectura que esperamos de nuestros alumnos es propio de una cultura lectora disciplinar, que se diferencia de otras culturas. Las reglas de juego no se explicitan y menos se ense?an porque esta clase de lectura anal?tica se da por natural21.
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Todo lo anterior significa? que en la universidad se ?lee para dar cuenta de los ?contenidos? de las materias. No es extra?o, por lo tanto, el v?nculo que los estudiantes establecen con los textos: usualmente desconocen quien es su autor y a qu? obra pertenece aquello que est?n leyendo; la expresi?n m?s frecuente y evidente se encuentra en su manera de designar los materiales impresos de su trabajo acad?mico como ?la fotocopia?, no para referirse al medio por el cual fue reproducido un texto, sino como a la obra en s? misma: A una cosa cuyo origen no solo es desconocido sino irrelevante. Similares dificultades plantea la ense?anza en lo que se refiere a la escritura pues, en general, se escribe para que el profesor pueda verificar que se cumplieron sus prescripciones, y no, para cumplir una fase de trabajo que requiere de ella como parte de la reflexi?n demandada por el tratamiento de un problema o la b?squeda de respuestas a unas preguntas. Nos encontramos de tal manera, ante una pr?ctica pedag?gica que parece no requerir de la escritura ni de la lectura para sus fines fundamentales.
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En consecuencia como lo dije anteriormente, seg?n investigaciones realizadas por expertos en? el tema? revelan que, la falta de habilidad para desarrollar adecuadamente la lectura y escritura acad?mica si influye en las condiciones de abandono escolar, rezago y Repetici?n en educaci?n universitarias. Como parte de la soluci?n a este problema? es de considerar? y reconocer?? que la labor de? los docentes universitarios? es muy ardua y requiere de apropiarse de ella? y?? brindar instrumentos? que posibiliten a los universitarios una ordenada configuraci?n? de estos procesos ?y fortalecer la idea que el? lenguaje, dentro de las pr?cticas comunicativas, es herramienta imprescindible para comunicar y compartir objetivos, a la vez que act?a como regulador: dirige, gu?a, acompa?a la acci?n, explicita y hace consciente el proceso de la educaci?n como una ?actividad social.
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?Por lo tanto no est? de m?s en que se auto reflexiones de que el buen desarrollo de las diferentes etapas de transformaciones a que se ven sometidos los procesos lectoescriturales de los estudiantes desde la educaci?n preescolar, b?sica , media hasta la educaci?n? superior , es de gran responsabilidad de cada uno de los docentes de? las diferentes disciplinas , que? tienen el compromiso de conducirlos hacia una buena formaci?n integral? ya que tales procesos incide de la formaci?n al servicio de? los profesores universitarios ya que incide, tanto en su? producci?n intelectual como en la manera de asumir el aprendizaje y la ense?anza de su disciplina , y en la forma como enfrentan la did?ctica de su ?rea de saber .
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En fin? las universidades deben ser conscientes de que tambi?n una de sus funciones prioritarias es promover la alfabetizaci?n acad?mica de sus estudiantes, es decir, facilitar el acceso a las culturas escritas y lectoras correspondientes a sus disciplinas. Escasos profesores en nuestro entorno son conscientes de que las tareas de lectura y escritura que exigen a sus alumnos forman parte de las pr?cticas acad?micas inherentes al dominio de su disciplina, a la vez que constituyen un desaf?o cognitivo que los endenantes pueden contribuir a afrontar. La lectura y la escritura son consideradas, tan s?lo, un medio ?transparente ? para adquirir los conceptos disciplinares.
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Sin embargo? en la actualidad hay docentes universitarios piensan que estos procesos no son de su incumbencia ni de su ejercicio ni de su asignatura. Por lo cual? cito? de nuevo otro? aporte ?Carlino ?la habilidad de aprender a leer y escribir no s?lo es tarea de la educaci?n b?sica, sino de todos los niveles educativos, pues se ha demostrado que la lectura y la escritura son pr?cticas sociales y no saberes conceptuales que se transmiten de una vez y para siempre, por el contrario; ?hay tantas formas de leer y escribir como contextos y contenidos?22. ?Por eso es tan importante que en todos los niveles educativos se integre adem?s de los contenidos de las distintas asignaturas, el aprendizaje de la lectura y escritura acad?mica, pues nuestros j?venes podr?n ser eficiente en el manejo de mensajes con ayuda de la nueva tecnolog?a, pero no est?n desarrollando la capacidad de entender lo que leen y escriben en el nivel universitario.?? Por lo tanto? los modos de leer y escribir no son los mismos en todos los ?mbitos de la vida acad?mica y que, adem?s, esto objeta la idea de que aprender a leer y escribir sean asuntos que debieran haberse concluido ya en el momento de ingresar a la universidad. El profesor inclusive, ha de? tomar? conciencia de que los alumnos son inmigrantes que enfrentan una cultura nueva, admite que esto es intr?nsecamente un desaf?o para cualquiera, que se trata de un proceso de integraci?n a una comunidad ajena y no de una dificultad de aprendizaje. Por ello, se esfuerza en hacer expl?citas las expectativas habitualmente t?citas de su grupo social (primero para s? mismo y luego para sus alumnos), y propone caminos para que los estudiantes puedan introducirse en su cultura poco a poco. Entiende que no puede exigir lo que no ense?a sino que ha de mostrar c?mo se afronta la brecha cultural. El profesor inclusivo reconoce que lo que est? en juego es una pertenencia social y decide abrir las puertas para que los reci?n llegados logren ingresar.
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En s?ntesis, estos docentes ense?an, junto a los contenidos que imparten, a leer como miembros de sus comunidades disciplinares: ense?an a identificar la postura del autor y las posiciones que se mencionan de otros autores, desarrollan la historia o el contexto de estas posturas, alientan a reconocer cu?l es la controversia planteada, cu?les son las razones que esgrime el autor del texto para sostener sus ideas, y finalmente ayudan a evaluar estos argumentos a la luz de los m?todos propios de cada ?rea del saber.
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El rol m?s importante para los tutores es ser un compa?ero de escritura? y lectura m?s experimentado, lo cual permite proclamar vuestra experiencia pero delega en los estudiantes la responsabilidad sobre estos procesos. Por eso es tan importante que los tutores lleven? a sus discursos respeto, energ?a, curiosidad, empat?a, tacto, flexibilidad y sentido del humor e impongan nuevas metodolog?as de aprendizaje. (Princeton Writing Program, 1998, pp 2-3).
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Hay que ponerse? en la tarea de generar una pol?tica institucional de lectura y escritura adecuadas? para fortalecer sus bases ortogr?ficas y su desempe?o a la hora de escribir un texto o de enfrentarse ante una lectura Para as? contribuir a dar una soluci?n a lo que hoy en d?a solemos escuchar en la universidad y? que entorpecen el buen? desempe?o profesional? y las competencias